Japón, recordando un sueño
Considero extraño empezar un viaje por la última foto que hice del mismo. Una foto que creo que no muestra absolútamente nada de Japón, ni de Tokyo, ni de ninguno de los lugares que durante un año fui capaz de visitar.
Sin embargo, creo que a la hora de contar una historia como la mía, la mejor manera es apoyarme en las fotos que fui realizando por el camino. Fotos que en un primer momento no comprendí que fuesen a tener este significado.
Esta foto la hice de madrugada, la mañana de mi vuelta a España. Es, ni más ni menos que la estación de autobuses de Tama Plaza... Lugar donde residí la mayor parte del año. Si me preguntan de qué ciudad se trata, les diría que técnicamente estamos hablando de Yokohama, pero que sin embargo, para mi era Tokyo. Porque yo vivía el día en Tokyo. Porque Tokyo era mi ciudad predilecta.
Este día, el último de mi viaje, fue horrible. Aún recuerdo el llanto imparable segundos antes de meterme en el autobús dirección Narita, al ver a mis compañeros alejarse. Llanto que no cesó ni siquiera cuando 4 horas después estaba despegando y olvidándome de Japón.
Me pasé la semana anterior reflexionando y recordando cada paso que había dado, cada olor, cada lugar, cada sentimiento, cada mañana, cada sonido, cada minuto. Fue una última semana intensa que culminó en 4 noches seguidas sin pegar ojo. Había demasiado que recordar, había demasiadas últimas cosas que hacer, y muy poco tiempo para hacerlas. Y quería despedirme de cada lugar, de cada momento, de cada pequeña cosa.
Fue muy duro.
Aún hoy al pensarlo se me encoge el corazón y el alma grita. No sé hasta qué punto todos los estudiantes de intercambio puedan sentir esto... A veces pienso que soy la única que realmente está en el sitio equivocado, y que allí está mi lugar.
Cuando me tuve que volver, lo recuerdo como si a un árbol le hubiesen quitado las raíces, sacándolo de su tierra para plantarlo en un sitio distinto... Esa fue la sensación.
Y no señores, no idealizo Japón ni mucho menos. Mi historia con ese país es larga, complicada y a veces hasta increíble. Allí no sólo estuve un año, no... allí cambié mi vida. Todo mi ser evolucionó de tal manera y a una velocidad tan rápida que aún hoy me sorprendo.
Volver, volver significaba temor. Temor porque no quería perder en lo que me había convertido, porque no quería frenarme. Temor, por perder mis alas, que ya estaban alzando su vuelo.
He de reconocer que en España me siento enclaustrada, cual pájaro que dejan encerrado en su jaula.
Japón... es más que un país para mi. Allí dejé amigos, que más bien podría catalogar de familia. Allí dejé toda una vida nueva, empezada desde el principio por mi. Porque en mi soledad yo creé todo, y me demostré a mi misma que yo solita puedo hacer cualquier cosa, y no importa qué se ponga por delante. Y esa, es una lección que tus padres no te enseñarán jamás.
Pocos entienden mis sentimientos por Japón. Sincéramente, es algo que no me importa en absoluto. Aprendí antes de irme que para cumplir mis sueños, tenía que pasar primero por una fase en la que absolutamente todo mi alrededor me dijese "Estás loca" "No vas a poder vivir allí, es muy diferente" "No dudarás ni dos días" "No entiendo por qué quieres ir allí" "Con lo lejos que está". Hasta cierto punto me reía de todas aquellas personas que me decían eso, aunque sin embargo, preferí no hacer más que darles la razón. Porque aunque yo tenía la extraña certeza de que para mi, todo aquello estaba fuera de contexto, todavía cabía una ligera posibilidad de que yo misma estuviese equivocada.
Sin embargo, no estuve equivocada.
Mi viaje tuvo, tiene y sé que tendrá un por qué.
Y explicar el motivo es algo que me llevaría años, y además, me llevaría varias críticas de escépticos y algún que otro análisis psicológico por parte de sabiondos científicos que creen que todo se puede reducir a unos factores de análisis. Así que no lo explicaré.
Sólo puedo decir, que a partir de hoy, empieza un viaje por mis recuerdos. Cada día que pueda iré poniendo más fotos de mi viaje y comentándolas. Quizá haya días que hable de otras cosas, sin embargo, esta será una sección fija de este foro.
Puede ser que a alguien le vengan bien mis experiencias.
Es posible que incluso alguien las pueda encontrar curiosas.
Sea quién sea el visitante.
Sea bienvenido a mi mundo.
Espero que encuentre lo que busca, y/o que al menos, deje de aburrirse durante un rato.
Sin embargo, creo que a la hora de contar una historia como la mía, la mejor manera es apoyarme en las fotos que fui realizando por el camino. Fotos que en un primer momento no comprendí que fuesen a tener este significado.
Esta foto la hice de madrugada, la mañana de mi vuelta a España. Es, ni más ni menos que la estación de autobuses de Tama Plaza... Lugar donde residí la mayor parte del año. Si me preguntan de qué ciudad se trata, les diría que técnicamente estamos hablando de Yokohama, pero que sin embargo, para mi era Tokyo. Porque yo vivía el día en Tokyo. Porque Tokyo era mi ciudad predilecta.
Este día, el último de mi viaje, fue horrible. Aún recuerdo el llanto imparable segundos antes de meterme en el autobús dirección Narita, al ver a mis compañeros alejarse. Llanto que no cesó ni siquiera cuando 4 horas después estaba despegando y olvidándome de Japón.
Me pasé la semana anterior reflexionando y recordando cada paso que había dado, cada olor, cada lugar, cada sentimiento, cada mañana, cada sonido, cada minuto. Fue una última semana intensa que culminó en 4 noches seguidas sin pegar ojo. Había demasiado que recordar, había demasiadas últimas cosas que hacer, y muy poco tiempo para hacerlas. Y quería despedirme de cada lugar, de cada momento, de cada pequeña cosa.
Fue muy duro.
Aún hoy al pensarlo se me encoge el corazón y el alma grita. No sé hasta qué punto todos los estudiantes de intercambio puedan sentir esto... A veces pienso que soy la única que realmente está en el sitio equivocado, y que allí está mi lugar.
Cuando me tuve que volver, lo recuerdo como si a un árbol le hubiesen quitado las raíces, sacándolo de su tierra para plantarlo en un sitio distinto... Esa fue la sensación.
Y no señores, no idealizo Japón ni mucho menos. Mi historia con ese país es larga, complicada y a veces hasta increíble. Allí no sólo estuve un año, no... allí cambié mi vida. Todo mi ser evolucionó de tal manera y a una velocidad tan rápida que aún hoy me sorprendo.
Volver, volver significaba temor. Temor porque no quería perder en lo que me había convertido, porque no quería frenarme. Temor, por perder mis alas, que ya estaban alzando su vuelo.
He de reconocer que en España me siento enclaustrada, cual pájaro que dejan encerrado en su jaula.
Japón... es más que un país para mi. Allí dejé amigos, que más bien podría catalogar de familia. Allí dejé toda una vida nueva, empezada desde el principio por mi. Porque en mi soledad yo creé todo, y me demostré a mi misma que yo solita puedo hacer cualquier cosa, y no importa qué se ponga por delante. Y esa, es una lección que tus padres no te enseñarán jamás.
Pocos entienden mis sentimientos por Japón. Sincéramente, es algo que no me importa en absoluto. Aprendí antes de irme que para cumplir mis sueños, tenía que pasar primero por una fase en la que absolutamente todo mi alrededor me dijese "Estás loca" "No vas a poder vivir allí, es muy diferente" "No dudarás ni dos días" "No entiendo por qué quieres ir allí" "Con lo lejos que está". Hasta cierto punto me reía de todas aquellas personas que me decían eso, aunque sin embargo, preferí no hacer más que darles la razón. Porque aunque yo tenía la extraña certeza de que para mi, todo aquello estaba fuera de contexto, todavía cabía una ligera posibilidad de que yo misma estuviese equivocada.
Sin embargo, no estuve equivocada.
Mi viaje tuvo, tiene y sé que tendrá un por qué.
Y explicar el motivo es algo que me llevaría años, y además, me llevaría varias críticas de escépticos y algún que otro análisis psicológico por parte de sabiondos científicos que creen que todo se puede reducir a unos factores de análisis. Así que no lo explicaré.
Sólo puedo decir, que a partir de hoy, empieza un viaje por mis recuerdos. Cada día que pueda iré poniendo más fotos de mi viaje y comentándolas. Quizá haya días que hable de otras cosas, sin embargo, esta será una sección fija de este foro.
Puede ser que a alguien le vengan bien mis experiencias.
Es posible que incluso alguien las pueda encontrar curiosas.
Sea quién sea el visitante.
Sea bienvenido a mi mundo.
Espero que encuentre lo que busca, y/o que al menos, deje de aburrirse durante un rato.
3 comentarios:
Curioseando por la red he conseguido llegar a este pequeño rinconcito tuyo y no quería irme sin decirte que me ha fascinado leerte, no sólo por lo que cuentas, sino también por cómo lo cuentas.
Transmites mucho con tus palabras y quizá por eso, no he podido dejar de leer tu entrada^^.
Sabes? Nunca he estado en Japón, pero es uno de mis sueños poder visitar algun día ese país tan diferente y extraordinario. Me pongo en tu lugar y entonces entiendo porqué escribes con tanto sentimiento tus entradas, tiene que ser muy duro despedirse de una ciudad en la que has vivido durante un año. Yo pasé este verano en Londres, viví allí tres semanas y todavía echo de menos muchas de las cosas que hice allí, y eso que sólo fueron tres semanas si hubiese sido un año me sentiría tan perdida como tú, seguro.
Espero que cada día que pase empieces a sentirte un poquito mejor y no hagas caso de lo que te digan, sigue siempre tu instinto, que irse a vivir a Japón no es de locos, es de gente que sabe lo que quiere. Esa experiencia no te la quita nadie^^.
Un besito muy grande, me ha encantado leerte. Volveré por aquí pronto, si no te importa^^.
Mil gracias por tu comentario Utopía.
Lo cierto es que no puedo evitar el que se me iluminen los ojos cada vez que hablo de Japón. Me alegra ver que alguien comprende este sentimiento.
Seguro que tú conseguirás llegar allí algún día. Ya lo verás.
Yo lo veía como un imposible, y a base de mucho luchar lo conseguí... Y si yo he podido, seguro que tú lo conseguirás.
Espero que te pases de vez en cuando por aquí... Aunque he de reconocer que no tengo mucho tiempo para actualizar de seguido, trataré poner cada vez más cositas sobre ese precioso país allá en el Pacífico.
Un beso.
María! Me he pasado por aquí para ver si habías actualizado y me he llevado otra sorpresa al ver que me habías contestado^^.
No te preocupes por tardar en actualizar, yo últimamente también estoy un poco ocupada con la Universidad y apenas actualizo (U_U).
Te pongo un enlace en mi blog, vale? Así podré visitarte más a menudo!^^
Me ha encantado descubrirte, me caes genial!^^
Un besito muy grande: (^3^)**
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